Inyectar fuerzas de la civilización al desarrollo pacífico del mundo

CHEN LUNING

Chen Luning

Recientemente, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó por unanimidad una resolución propuesta por China, designando el 10 de junio de cada año como Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones. La participación de 14 países al grupo central de dicha resolución, la co-rúbrica de 83 países, la alta valoración de organizaciones internacionales como la Alianza de Civilizaciones, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), todo esto ha demostrado plenamente que el establecimiento del Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones es propicio, oportuno y trascendental.

Actualmente, frente al entrelazamiento de múltiples desafíos y crisis, sumando los frecuentes surgimientos de conflictos regionales, no ha mermado sino aumentado el déficit de la paz, la seguridad, el desarrollo y la gobernanza. El mundo ha entrado en un nuevo período de incertidumbres y transformaciones, y la sociedad humana se encuentra una vez más en una encrucijada histórica. La parte china propuso establecer el Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones con el objetivo de mejorar la comprensión mundial del valor de la diversidad de las civilizaciones y de los intercambios y la cooperación entre civilizaciones, y alentar a las diferentes civilizaciones a fortalecer los intercambios y el aprendizaje mutuo, mejorar la solidaridad y explorar conjuntamente soluciones a los desafíos globales.

En 2023, el presidente chino, Xi Jinping, propuso solemnemente la Iniciativa para la Civilización Global (ICG), enviando un sincero llamamiento al mundo para impulsar los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones y fomentar el progreso de la civilización de la sociedad humana, del cual se ha hecho eco positivamente la comunidad internacional. La presente resolución tiene como línea principal las esencias medulares de la ICG, deja claro que los logros de todas las civilizaciones constituyen una riqueza común de la humanidad, aboga por respetar su diversidad, destaca el importante papel del diálogo entre civilizaciones para defender la paz mundial, la promoción del desarrollo común, la mejora del bienestar humano y el logro del progreso común, y llama por un diálogo igualitario y el respeto mutuo entre distintas civilizaciones. China desea, junto con la comunidad internacional, implementar activa y adecuadamente la resolución arriba mencionada de la Asamblea General de la ONU y hacer esfuerzos incansables para eliminar prejuicios y mal entendimientos entre civilizaciones, mejorar la comprensión y la confianza, auspiciar el acercamiento de los pueblos, la solidaridad y la cooperación.

Al pasear por el mercado de artesanía en Santo Domingo, conocí una variada gama de Muñecas Sin Rostro, todas con diferentes colores y trajes. Mis amigos dominicanos me dijeron que, su ausencia de rasgos faciales representa el mestizaje e integración de diversas civilizaciones, religiones y razas en la tierra Quisqueya. Las “muñecas sin rostro” han llegado a ser una tarjeta nacional de la dominicanidad, gozando de reputación en todo el mundo. Al igual que la República Dominicana, el pueblo chino, con el espíritu de apertura e inclusión, siempre acoge interacciones e intercambios con todas las naciones. Hace más de 2000 años, la nación china dio inicio a la Ruta de la Seda, convivió y prosperó con pueblos y países de distintos antecedentes históricos y culturales a lo largo de este gran corredor. Hoy en día, la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha emprendido, bajo el impulso conjunto de China y otros países del mundo, una ruta de intercambio, aprendizaje y apreciación mutuos. En nuestra Tierra existen más de 200 países y regiones, 2500 grupos étnicos y una multitud de religiones. China siempre está firmemente convencido de que las civilizaciones se engendran según sus propias historias, condiciones nacionales, grupos étnicos y costumbres disímiles, y han hecho que el mundo sea más colorido y variopinto. No hay superioridad ni inferioridad entre civilizaciones, y las diferencias no deberían servir del origen de conflictos en el mundo, sino más bien una fuerza motriz para el progreso de la civilización humana.

La resolución propuesta por China fue aprobada a unanimidad por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

China y la República Dominicana, pese a la inmensa distancia geográfica, ambas cuentan con una larga historia y culturas brillantes, comparten el respeto a la diversidad de las civilizaciones humanas y abogan por intercambios igualitarios, la inclusión y el aprendizaje mutuo. Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas, los lazos chino-dominicanos se han desarrollado de manera estable y continua, convirtiéndose en un ejemplo de respeto mutuo e intercambios igualitarios entre diferentes países y civilizaciones. China está dispuesta a trabajar con la República Dominicana y los demás países del mundo para poner los intercambios entre civilizaciones por encima de su distanciamiento, el aprendizaje recíproco por encima de los conflictos y la coexistencia por encima de la mentalidad de superioridades, aportando esfuerzos empeñosos a abordar mancomunadamente los desafíos globales y promover el desarrollo pacífico del mundo.

Publicado originalmente en:

https://listindiario.com/puntos-de-vista/20240706/inyectar-fuerzas-civilizacion-desarrollo-pacifico-mundo_815849.html?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR2Wexlaz2ISjnctemXxt6b7JF-utTQyZojSV8zKC1ZRBYW8KDEwCkhth-M_aem_zOnllTvW8Mg-rJQ57YlkpQ

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